¿Quién no aspira a que su negocio o empresa tenga éxito? Cuando se es dueño de una de estas, siempre se utilizan todos los medios y recursos para sacarla adelante: inversión de capital, trabajo, esfuerzo, tiempo y dedicación.

No obstante, así como existen cosas positivas que impulsan el crecimiento de tu empresa, también existen malas prácticas o hábitos (de manera inconsciente),  que poco a poco se arraigan en tu ambiente laboral y obstaculizan su crecimiento o desarrollo. 

Desafortunadamente es más fácil descender que llegar a la cima, por eso es muy importante no perder de vista los pequeños detalles, así podrás detectar y corregir a tiempo lo que estás haciendo mal; podrás modificar las malas prácticas que restan en tu negocio o empresa. 

Me preocupa el crecimiento de tu organización, por eso con mi amplia experiencia en el tema, te ayudaré a detectar los elementos que día a día afectan a tu organización. 

A continuación te presentamos cuatro malos hábitos que debilitan tu empresa o negocio.

1. No contar con un plan de trabajo

Realizar un plan de trabajo muchas veces parece tarea irrelevante, así que se toman decisiones basadas en supuestos; no tener ideas sólidas conlleva a no tener una verdadera estrategia organizativa, situación que provoca que los integrantes de un equipo no tomen consciencia de su rol y que en definitiva, no se cumpla con los objetivos esperados.

 Recuerda que un buen líder siempre tiene de aliado un plan de trabajo, aquel que lo orienta y lo hace tomar decisiones en beneficio del equipo de trabajo, así como para los objetivos de la empresa.

2. Asumir una actitud imperativa

Asumir un papel de poder y utilizarlo para dictar órdenes es uno de los malos hábitos más frecuentes. Dirigir un equipo de trabajo de forma déspota disminuye la disposición y efectividad de la organización.  Toma en cuenta que un buen líder no es el que ordena sino el que orienta.

Recuerda que un ambiente de trabajo saludable siempre mejora las relaciones laborales, por lo tanto, los objetivos de la empresa se pueden lograr de una mejor forma. Si eres dueño de una empresa o negocio, cuida las “habilidades blandas” de los trabajadores, pues es la clave para formar verdaderos Equipos de Alto Desempeño (EAD)

3. Ser negativo

Tener un pensamiento negativo no sólo nos perjudica a nosotros mismos, también perjudica a nuestro equipo de trabajo. Ante todas las adversidades que se presenten día a día, debemos de tener una actitud positiva. 

Es necesario crear un ambiente laboral positivo, así el equipo de trabajo se sentirá a gusto y será más productivo. Debes de tener presente que mezclar los problemas con el trabajo te puede perjudicar en tu ámbito laboral.

Si tienes dificultad con el manejo de tus emociones o las de tu equipo de trabajo, es indispensable asesorarte con un coaching empresarial o tomar mi programa de Maestría Emocional. 

4. Miedo al cambio

Una de las grandes barreras que se ponen cuando se tiene una empresa o negocio es el miedo a innovar. Muchos se resisten, por ejemplo, a incorporar nuevas tecnologías, o implementar nuevos modelos de organización.

En la actualidad, para que tu empresa prospere es indispensable estar abierto al cambio, la innovación es una herramienta vital para cumplir tus objetivos. Recuerda que un líder nunca tiene miedo, al contrario, un líder siempre es aquel que supera adversidades y sale fortalecido.

Es un hecho que modificar los malos hábitos en el trabajo no es tarea sencilla, todo se trata de llevarlo a la práctica, día a día. No pongas en riesgo tu negocio. Si tú te identificas con uno de estos malos hábitos y no sabes como resolverlo, recuerda que estoy aquí para ayudarte, pues mi filosofía es que las personas, equipos y organizaciones cumplan sus objetivos; cuento con una amplia experiencia que me permite que las personas alcancen su máximo potencial.